domingo, 21 de diciembre de 2008

Las horas del verano






Me gusta el cine francés; sabes como comienza la historia pero el final será una sorpresa que hay que averiguar. Cuando fui a ver Las horas del verano, de Oliver Assayas, lo hice movido por lo fascinante que me parece la actriz Juliette Binoche, pero tengo que reconocer que el drama familiar me cautivó mucho más. No hay que irse a París para ver como unos hijos cuarentones, o más jóvenes, dejan perder el patrimonio artístico de la familia. Hay mucho en común, pero es todo pasado. Ahora, tras la muerte de la madre el futuro tiene reclamos muy distintos para cada uno de sus tres hijos que ni la niñez, ni la memoria, pueden mostrar, como un tesoro incalculable, la finca, la casa y todos los recuerdos familiares que hay dentro. Cada uno va a lo suyo, como siempre.

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